lunes, 18 de febrero de 2008

Había una vez una mujer.........que parecían dos

Y de nuevo Pablo Palacio, tenía que ser y cada vez me sorprende más déjenme decirles, siempre con su visión tan distinta de su alrededor, de nosotros, hasta de él mismo. Basta de halagos vayamos al grano y hagamos esto más entretenido.
La Doble y única que pensarían de esto.......mejor dicho piensen lo que quieran aunque tal vez no duerman, pero estoy seguro de que no podrán quitarse la duda de ¿dos mujeres en una? y he aqui mi respuesta: obviamente son siamesas, lo cual nunca se especifica en el relato lo que nos deja sin dormir más tiempo. Pero lo mejor de todo no está ahí, lo mejor es como nuestro autor las expone como un ser monstruoso, horrible, extraño, como trata de explicarnos la naturaleza de esta mujer, diciéndonos que una madre embarazada de "un solo ser" se sentía aburrida y llegó a entretenerse "admirando" formas horribles, desfiguradas y oyendo relatos macabros llegando a soñar con ello y como consecuencia...........un gran relato.
Luego de darnos tanta explicación, de lo cual no me quejaré ya que nunca esta de más explicar algunas cosas, empieza lo bueno, relaciones humanas, amorosas, amistades, vida......tal y como dice yo primera si una siente amor, la otra lo sentirá de manera idéntica, eso nos explica tanto lo demás son solo detalles, muebles especiales, una sola amiga, situaciones incómodas frente a la gente, la incomprensíon de la misma gente y la inclinación por la soledad logrando con esto quitarnos la curiosidad de como vivirá una mujer como "ellas".
Vamos un poco más adentrito, que les parece, asi que avanzando un poco las páginas vemos lo más genial de Pablo Palacio, la burla, el sarcasmo, sí, ese sarcasmo tan gratificante y que a veces nos hace sonreír, ese sarcasmo de los "puntapiés" sí ese mismo solo que ahora quien es el condenado a el, EL ROMANTICISMO, y porque puedo afirmar esto, pues dejénme decirles que yo primera vivió un amor casi novelesco, imposible solo comparado con el romance de "un joven oscuro y pobre con una joven rica y noble" siendo para ella aún más imposible, habla de novelistas que escriben al final de sus obras el partir del ser querido en una ribera (olvidando el muelle, esto dicho por el mismo Palacio no crean que es mío), burlándose claramente de los finales novelescos, amores imposibles, desamores y como lo hace, fácil pongan los sentimientos de una novela romántica (en la que sus personajes obviamente son todos normales, hermosos) en la que la doncella obviamente es una dulzura de mujer, a un ser "distinto" y vean lo que pasa.......uy ya tengo que ir a comer aunque no quiero, pero una parte de mi quiere ir, es como ser dos personas, disculpen si hablé demasiado pero ya saben con Palacio siempre hay de que conversar y que les diré pues que que "esta dualidad y esta unicidad al fin van a matarme" pero de hambre. Arrivederci.

yo primero Alfonso
yo segundo Caicedo

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