miércoles, 6 de febrero de 2008

"Yo se que criticar es malo y a un muerto es peor pero a un muerto a puntapiés..."


Pablo Palacio……..interesante, pero a veces crudo, MUY CRUDO, intrigante, inteligente pero agresivo, MUY AGRESIVO……..en pocas palabras eso para mi es…… Pablo Palacio. Si trato de hacer una crítica claramente acabaría demandado o al menos eso creo porque la verdad no me siento capaz de criticar esta obra, no porque no la entienda, sino porque la entiendo muy bien y asumo que muchos como yo también. Bueno vayamos al grano lo que haré ahora será simplemente enumerar ciertos aspectos de los cuatro primeros cuentos de “Un hombre muerto a puntapiés” los cuales leí (obviamente) que creo son los que más impresionan, en este caso me usaré a mi mismo como crítico y aunque sé que como coincidiré en muchos puntos, en alguno doy por seguro que será tema de discusión así que encarecidamente les ruego a los que lean estas líneas que si no están de acuerdo con algo simplemente díganmelo, discutir es bueno…………EMPECEMOS:

¡Un hombre muerto a puntapiés!, que interesante título y coincido plenamente en que suena muy chistoso y aún más curioso por lo extraño que se ve, solo imagínenlo en el encabezado de cualquier diario (el EXTRA sería el primero) ¿no atrae su atención?, pero lo mejor no está en el título, sigamos más adelante, la trama desde el inició suena normal, bueno en mi caso, es una buena idea empezar la historia a manera de encabezado de Diario ya que desde un principio Palacio lo hace fácil para el lector, como un paréntesis a Pablo Palacio pues recordaré a ALEJO CARPENTIER, oí maravillas de este escritor, y pues la verdad sonaba fácil, pero ¡OH SORPRESA! créanme cuando les digo que ese libro me dio más dolores de cabeza que horas de entretenimiento, no estoy diciendo que sea malo pero para mi que no soy un conocedor de la materia me fue muy difícil entenderlo y por ende disfrutarlo y la verdad creo que la única manera que yo encontraría de entender a Carpentier sería leyendo su libro con el a mi lado explicándome cada línea pero bueno soñar no cuesta nada, fin del paréntesis, como decía antes Palacio lo hace fácil para el lector, la historia prácticamente se la “coge” desde el principio y de corrido obligando a leerlo completo lo cual es lo que me pasó, pero bueno continuemos. Un HOMBRE COMÚN toma la interesante decisión de……..resolver un caso extraño, difícil y gracioso, pues si así como se lee, un hombre común y silvestre que más que ansioso de buscar justicia, se deja ganar por la curiosidad y el morbo de meter las manos en un caso tan extravagante, lo cual me parece lejano y cercano a la vez a la realidad, ¿por qué? Pues simple díganme si alguna vez no oyeron algún relato retorcido o que simplemente no coincide con nuestra “vida normal” que les recorrió el cuerpo y les erizó la piel y aún mejor díganme si no intentaron siquiera “ojearlo un poquito más” para estar seguro de que no es verdad, pues ese es el caso este hombre simplemente decide investigar el caso más a fondo para saciar su curiosidad, en eso se acerca a la realidad, pero a la vez se aleja porque nadie investiga tanto sobre un crimen ajeno, a menos claro que sea policía pero nuestro hombre no es un policía, lo cual a mi me deja extrañado pero interesado, en fin va por buen camino además lo mejor no está en la curiosidad de nuestro hombre sino en lo extraño de sus deducciones o mejor dicho “inducciones” las cuales claramente son una mala imitación de SHERLOCK HOLMES en especial en lo de la pipa (nuestro hombre fuma la pipa exactamente como lo hacía Holmes al resolver un caso), por muchas razones. Razón número uno SOLO USA DOS PISTAS no les parece extraño, para mi esto fue muy bien puesto por Palacio, si quieres burlarte de alguien imítalo……pero mal, nuestro hombre llega a resultados impresionantes con solo dos pistas y un “poquito de imaginación”. Razón número dos, nuestro “detective” induce, pero su método de inducción es impresionante, tomaré parte de un artículo de BYRON ALBUJA, el cual dice que el constructor del caso “nunca indujo simplemente construyó una historia en su imaginación que no tiene en donde sustentarse” y es verdad ya que lo único que se supo de la personalidad del victimado es que era “VICIOSO” pero nunca se especifica vicioso a que lo cual es explotado por nuestro hombre el cual concluye que era PEDÓFILO y que por esta razón es muerto y he aquí lo que para mi es lo más importante de este relato, más que contarnos la simple historia de un hombre que muere a “puntapiés” o de un hombre que trata de entender el porque de los “puntapiés”, se nos presenta una buena manera de burlarse y porque no criticar a una sociedad llena de tabúes, inexperiencia, ineptitud y gracia, MUCHA GRACIA, que a veces peca de ingenua y otras de “viva” en la cual personajes ficticios forman parte latente en la mente de cualquier personaje, siendo más específicos se habla de un QUITO muy “A BORRADOR” de lo que es ahora, en el que la verdad no es una sino varias y en la cual historia de “muertos” y “puntapiés” hay muchas pero en un papel, pues muy pocas…………………………. FIN
Ah y me olvidaba me faltan otros tres cuentos pues bueno creo que ya les hice perder mucho tiempo en este así que los otros los pondré luego…………………



"Yo se que criticar es malo y a un muerto es peor pero a un muerto a puntapiés..." por Alfonso Caicedo E.
Escuela Quiteña



Es el nombre con el que se conoce al conjunto de características propias de las manifestaciones artísticas creadas en la Real Audiencia de Quito, gestadas dentro de un tiempo y un espacio determinados: el período Colonial (segunda mitad del S. XVI, XVII, XVIII y primer cuarto del S. XIX) es decir durante la dominación española (1542-1822) y delimitada geográficamente en un territorio que comprende, como núcleo central lo que hoy es la República del Ecuador. Escuela Quiteña, es por lo tanto también el conjunto de artistas que trabajan de acuerdo a un conjunto de normas semejantes.
I. del ancestral arte aborigen americano tomamos la dualidad simbólica, la esquematización de ideas, la peculiaridad ecuatorial, la flora y la fauna, las costumbres locales, el empleo de ciertos materiales propios de América y sobre todo la exquisita sensibilidad hacia lo bello, la creatividad y habilidad.
II.del arte medieval románico nos llega la organización laboral gremial, así como el sentimiento y el adoctrinamiento en la fe, como el fin último del arte; también el anonimato del artista que al producir arte sacro se sentía partícipe de la misión evangelizadora de la Iglesia y por ello su trabajo lo dedicaba a Dios; los atributos y las formas de representar a los personajes sagrados nos llegan de esta época, donde se sientan las bases de la iconografía religiosa; el uso de la pintura al temple;
III. del arte gótico, nos llega la espiritualidad junto con la materialidad de la anatomía insinuada a través de las telas; la utilización en arquitectura de los arcos ojivales rebajados; la iluminación de manuscritos con viñetas y arabescos; el estudio de programas iconográficos; la perspectiva simbólica;
IV. del arte renacentista tomamos el aprecio por la belleza humana, la importancia de los cánones estéticos, la búsqueda de la obra perfecta, el apego a la realidad, el reconocimiento a la autoría; la utilización de los retratos de donantes; el uso de la pintura al óleo.
V. del barroco, estilo oficial de la Contrarreforma, acogemos la riqueza de la iconografía que orienta la imagen sagrada; la simbología; la rigurosidad científica de la Ilustración; la luz y el movimiento; la vitalidad; el énfasis en los extremos del sentimiento; lo natural y cotidiano

Por: Mauricio Cuadrado

Pablo Palacio

Al leer los cuatro primeros cuentos del libro: “Un hombre muerto a puntapiés”, “El antropófago” y “Brujería la primera y segunda” ya tuve una mejor idea de la literatura de pablo palacio y es que a mi me parece que el solo escribe por diversión ya que sus cuentos tienden a exagerar sobre la naturaleza animal del hombre; otra característica de sus cuentos es que siempre hay un personaje que es quien recuerda o cuenta el cuento en sí, es como si Pablo Palacio quisiera apartarse de lo que escribe para que no piensen que tiene relación con las cosas atroces que escribe (esto es lo mismo que dice el personaje que relata la historia del antropófago mientras da su punto de vista diciendo que no cree bien culparlo porque su tendencia a comer carne humana podría ser un “hobbie” como cualquier otro). Creo que es por lo exagerado de sus relatos que me interesé en leerlos y realmente me ha gustado mucho este autor.


Escrito por: Byron Albuja

Pablo Palacio

Al seguir leyendo los cuentos de su obra completa me di cuenta de que su literatura es muy intelectual, ya que usa nombres de personajes famosos en la historia para nombrar a sus personajes y darle un toque de antiguo o de leyenda a sus relatos. Para ejemplificar más cuando en el cuento “Un hombre muerto a puntapiés” el personaje que busca resolver el misterio de la muerte del hombre decide llamar Octavio al desconocido Ramírez solamente por su enorme nariz comparándola con la del emperador Octavio Augusto quien también tenía una nariz protuberante según me enteré en la nota al pié de esta página. Por esto concluí que no solo buscaba lectores cultos sino que en cierta forma busca burlarse de personajes célebres en la historia.

Escrito por: Byron Albuja

Pablo Palacio

Con el primer cuento que leí “Un hombre muerto a puntapiés” tuve la siguiente impresión acerca del autor: al finalizar de leer el cuento me pareció que lo que palacio quería era criticar a la sociedad del Quito de los años 20 enfocándose en la inseguridad de las calles y en la ineficacia de la policía; pero también me pareció que ridiculizaba los métodos de investigación científicos ya que al ponerse a pensar sobre que método utilizaría para su investigación escogió la inducción pero nunca indujo simplemente construyó una historia en su imaginación que no tiene en donde sustentarse y al final el cuento deja muy claro la crítica moral que el autor quiere hacer contra los pedófilos y sobre otras desviaciones.


Escrito por: Byron Albuja