martes, 9 de marzo de 2021

EDQTV

El día que te vayas,
permaneceré inmóvil, demostrare temor, 
arrastraré frustraciones y permitiré la locura, 
todo eso antes del amanecer. 
Sin raíces. Sin origen. Sin solución.

El día que te vayas,
buscaré salvación. 
En cada bocanada. 
En cada nota ronca y desafinada.
Engañándome con cada nota mal tocada,
por mis manos torpes y desgastadas.

El día que te vayas. 
Habré perdido,
En cada juego que jugué contigo.
Sintiéndome sucio, triste, 
vendido y dolido.
En fin.

El día que te vayas.
Cada palabra que te he dicho.
Cada palabra que en ti encontró un nicho.

El día que te vayas, 
todas y cada una de las palabras que te he compartido,
Todas y cada una.
Las habré perdido.
Te amo.

jueves, 30 de enero de 2020

Correspondencia Imaginaria

Me duele tratar de admitir que habrá momentos en mi vida en los que no podré estar junto a ti. Puede sonarte estupido si lo piensas detenidamente, pero por ahora, no lo pienses demasiado.

Y es que, para enfrentarme a esa realidad...

Transformo mi mente en una caja replicadora, en un proyector de imágenes, que mientras muestran la misma película, lo hacen frente a un solo espectador. Puede sonarte ridículo y hasta vergonzoso si te lo imaginas, pero por ahora, no lo pienses demasiado.

Corrijo mi trayecto en aras de, perpendicularmente, obligar a tu vida, a chocar con la mía.

Dejo a la gravedad apoderarse de ideas, sentimientos y sensaciones, solo para caer remotamente, cerca de ti.

Muto, con fuerza. Me adapto, a dolores nuevos y variados, cada vez más implacables, cada vez más inclementes. Aguanto golpes, decepciones, heridas y desamores.

Invento, creo, moldeo, transformo, revoluciono. Observo, imito, calculo, leo, percibo. Esperando encontrar nuevas maneras de representarte que no apelen a lo común, a lo mundano.

Tal vez he hablado demasiado, y todo lo anterior, puede sonarte desesperado, patético y hasta contradictorio si es que lo analizas, pero por ahora, no lo pienses demasiado.

Pero, si en algún momento, todo lo que digo te suena estúpido. Si al imaginarte cada una de mis palabras, te parezco ridículo y vergonzoso. Si al analizar mis argumentos, me escuchas desesperado, patético y contradictorio. Si al leer esto, lo piensas demasiado...

Gracias...

Gracias mi amor, por pensar en mi...






martes, 28 de enero de 2020

Correspondencia Real

Estimada Verónica,

Hoy me desperte con cierta melancolía en los labios que con gusto desecharía si pudiera encontrar un recipiente con la capacidad de contener emociones, sensaciones y sentimientos.

Y es que a veces un poco de inseguridad se filtra entre mis paredes celulares y termina anidada en mi corazón.

Pero no te preocupes, años de práctica me han permitido encontrar un método infalible para contrarestrar su efecto.

Aunque ultimamente ya no es mi método el que me cura,

Eres tu.

Por eso, a manera de agradecimiento, quiero dejarte una reflexión, algo que llevo largo tiempo pensando, un tema harto conocido dentro del entorno de mi sinapsis cerebral, y que ahora, en horas laborales como reza la constitución, quiero compartir contigo.

...

Mi nombre, a excepción del de muchos, duele.
Mi nombre, contrario a lo que representa, pesa.
Y es que aunque su carga no comprenda más que 7 símbolos,
Su herencia es una bendición confusa e implacable.

Mi nombre, ha sido pronunciado por siglos,
Pronunciado por súbditos y reyes,
Por caballeros y exclavos,
Por conquistadores y prisioneros,
Por ignorantes y eruditos.

Mi nombre ha sido pronunciado con júblilo y con desdén,
Pronunciado por la preocupación y la indiferencia,
Por la desesperación y la calma,
Por el miedo más arraigado y por la alegría más sincera.

Pronunciado en las llanuras, en las alturas, en las profundidades,
Pronunciado al viento, al sol y al cielo,
Pronunciado en vida, y exhalado en las puertas de la muerte.

Porque mi nombre no es mio,
Es de tantos, de muchos,
De pocos que lo merecen y de muchos idiotas que lo estropean, malgastan y despilfarran.

Porque mi nombre ha sido portado con orgullo pero también con vergüenza.
Porque mi nombre ha sido estandarte, ha sido espada y escudo.
Porque mi nombre ha sido acusado y también defendido.
Porque mi nombre ha dado pie a muchos comienzos, pero también a muchos finales.

Porque como ves, mi nombre carga una historia,

Larga si,

Pero historia que termina aqui,

Frente a ti.

Porque años de grandeza y de ruina,
Décadas de estrepitosos fracasos y rimbombantes éxitos,
Siglos de victorias y derrotas,
Terminan contigo... pronunciando mi nombre.

Porque todo el largo camino que mi nombre ha recorrido,
Todo el peso que cada sílaba imprimió,
En generaciones de desdichados y afortunados,
Solo son recompensados por tus labios llamándome a tu lado.

Porque el final de este tortuoso camino eres tu,
La razón que mi nombre buscó sin detenerse,
Y el final que mi existencia ha de cargar,
Luego de dejar mi nombre en otros brazos.

Porque ahora,
Mi nombre, a excepción del de muchos, no duele.
Mi nombre, contrario a lo que representa, ya no pesa.
Y es que aunque su carga no comprenda más que 7 símbolos,
Esos 7 símbolos ya no representan lo mismo, sin tu nombre a su lado.

Porque dejo mi nombre de lado para pensar en el tuyo,

Siendo alma del mío.

Porque ahora tu nombre hace tiempo dejo serlo,
Para ser ahora sinónimo de amor,
Y antónimo de soledad.

Siempre tuyo,
Alfonso

sábado, 28 de octubre de 2017

Título sin Entrada


Llegué a casa tiritando, no comí y a cambio caí pesado sobre mi cama. Al rato me dormí.

Comparto un departamento con otros tres chicos, dos chicas españolas y un chico inglés.

El departamento es grande, tiene 4 habitaciones, tres baños, sala, comedor y un balcón.

Para llegar a 3 de las 4 habitaciones es necesario cruzar un pasillo. Un poco largo, un poco estrecho.

El pasillo es oscuro, sea de día, o sea de noche.

Mi habitación está en ese pasillo.

De todas las habitaciones, la mía es la única con vidrio labrado en su puerta.

Si bien el vidrio no es transparente, deja ver claramente siluetas, distinguir ciertos colores, pero sobre todo, deja pasar la luz.

Luz que a pesar de mi total cansancio me despertó a eso de las 3 y 23 de la madrugada.

Enojado, me disponía a salir y apagarla en el acto, pero mi cuerpo estaba más cansado que mi cerebro y simplemente no respondía.

Mis ojos observaban el vidrio fijamente, esperando que por algún milagro la persona que haya encendido la luz, regrese a apagarla.

Y es que, si bien no son malas personas, a veces mis compañeros de piso pueden ser bastante desconsiderados.

Pero no podía soportar más el encandilamiento que me provocaba la luz del pasillo.

Cerré mis ojos...

Los abrí enseguida.

Un ruido, afuera, en el pasillo.

Eran pasos.

"Por fin van a apagar la luz", pensé aliviado.

Error...

Una silueta, alta y gruesa se posó afuera de mi puerta.

Giró hacia mi, como si me viera a través del vidrio, y se quedó ahí. Inmóvil.

Mi corazón latió descontrolado.

Mi respiración se agitó.

Pero mi cuerpo seguía sin responder.

Pasaron algunos minutos. Eternos.

Sabía, estaba seguro de que esa silueta no era de ninguno de mis compañeros.

Sin embargo, seguía quieto. Aterrorizado.

Mientras la silueta seguía en mi puerta, quieta. Inmóvil.

Al cabo de un par de minutos, la silueta giró de pronto, apuntando hacia el pasillo.

Y avanzó...

Cruzó el vidrio de mi puerta.

Y segundos después, la luz se apagó.

Inquietado por tan extraña escena me dispuse a levantarme y salir.

Buscaba una excusa. Salir al baño, a comer algo.

Solo debía asegurarme de que aquella figura afuera de mi puerta era solo una invención mía.

Una consecuencia de mi cansancio, o del estrés de mis estudios.

Pero mientras mi mente buscaba una excusa, cada vez en lugares más inhóspitos de mi cerebro.

Me dormí...

Desperté a la mañana siguiente. Relajado, bien descansado, y hasta feliz.

El sol brillaba por mi ventana y el aire se antojaba dulce.

Un buen día me esperaba.

Tomé una toalla, y lo poco de ropa limpia que me quedaba y me dispuse a salir al baño.

"Una ducha y estaré listo para lo que sea" Me dije.

Abrí mi puerta, y apenas dar un paso hacia afuera.

Mi mañana, mi día, mi vida se arruinaron por completo.

Una estela de sangre cruzaba totalmente el pasillo.

Había sangre en las paredes, en los muebles.

Mi cuerpo se congeló por completo. Mi mente le buscaba explicaciones a todo el evento, pero sin éxito.

De repente, y guiado por el miedo y el morbo más puros, caminé hacia los dormitorios de mis compañeros.

La manchas de sangre eran más grandes conforme avanzaba.

La sangre era más espesa, y su color más intenso.

Había llegado a los cuartos. Pero ya de pronto, quería irme, huir, correr, gritar.

Quería morir...

Dos horas después, la policía terminaba los interrogatorios iniciales a cada vecino del edificio, acordonaba la cuadra y realizaba la limpieza de la escena del crimen.

Yo estaba sentado en una patrulla, ya cansado de llorar.

Cansado de tener miedo.

Los agentes que se encargaban de custodiarme, no paraban de hablar del tema.

"Pero es que imagínate, tres asesinatos en una sola noche. Y degollándolos a todos"

"Dicen que uso solo un cuchillo de cocina, y que a uno de los tres chicos, el que más pelea le dio, le cortó las manos, la lengua, y al final la cabeza"

"El jefe me dijo que encontraron el cuero cabelludo de una de las chicas bajo la cama, y que a la otra la ató a una silla para que viera todo"

"Si, el jefe me dijo lo mismo, que la dejó ahí viendo todo y que al final le cortó los párpados"

"Todo eso, mientras el chico, el inglés, moría lentamente, atragantándose con su propia lengua"

"Hay tanta sangre que hasta ahora van tres patrullas de refuerzos, pero sólo para limpiar"

Y los agentes tampoco paraban de hablar de mi.

"Pobre chico, imagínate el trauma."

"Si yo fuera él, me iría del país enseguida."

"Yo en su lugar iría a un hospital psiquiátrico, porque estando así, uno no puede ni trabajar"

"Un compañero me dijo que el chico no es de acá, que vino de otro país a estudiar"

"Entonces que se regrese a su país! Al parecer este chico es todo un amuleto de mala suerte, que se vaya para su casa!"

"Y que pasó con el asesino?"

"Es el mismo de la masacre de hace seis meses?"

"Si, es el mismo."

"Dicen que desapareció, de nuevo. Que se hizo humo"

Seguí absorto en mis pensamientos, enojado por tanto chismorreo por parte de los policías, buscando algún recuerdo que me reconforte así sea un poco.

Hasta que las últimas palabras de aquel policía me hicieron aterrizar con violencia...

A que se refería con "de nuevo".

Seguí escuchando.

"Yo del chico en realidad no sabría que hacer. Y es que, a pesar de todo el operativo y la investigación y de que inclusive tenemos un perfil psicológico del homicida..."

"No sabemos como se ve."

"Nunca deja cabos sueltos."

Y cuando ya quise dejar de escuchar. Fue demasiado tarde.

"Eso quiere decir que el chico no está a salvo, es un testigo..."

"Exacto, no estoy seguro de que podamos cuidarlo... Porque como te dije, a pesar de que siempre estamos cerca, el asesino..."

"Sigue prófugo..."

En ese momento entendí, que la noche de ayer, en la puerta de mi habitación.

Lo que vi no fue una silueta.

Lo que vi fue la muerte.

Mi propia muerte...







Mi propio instante...

Sabes tú cómo adoro los viajes en autobús?... No?
Y es que adoro la sensación de libertad que me produce el simple hecho de no tener que conducir...
Pero sin ser trivial, adoro aún más, tener todo el tiempo del mundo para pensar... Sin miedo, sin ser sujeto de burla, sin desentonar, sin ser impopular, sin ser anormal...

Poder pensar... En ti, en mi, en nuestras vidas... En las vidas de muchos, de pocos, de algunos, de todos... En la eternidad... La eternidad contigo, y a veces, la eternidad sin ti...
Poder visualizar pequeñas escenas, casi imperceptibles... Alucinar... Observar rostros de gente que no conoceré jamás... Escuchar sus voces... Apoderarme de sus historias... Sonreír... Coincidir...

Sabes tú, cómo adoro los viajes en autobús?...
Los adoro tanto... Que dentro de este autobús carcelario... Y aún sabiendo que su última parada coincidirá con mi pena capital... Soy feliz... Sin arrepentirme de nada... Ni de tu muerte... Ni de la mía... Porque al fin, ya sin ti... Puedo vivir, este... Mi propio instante...

martes, 18 de marzo de 2014

De cuando la ninfa se enamora del miedo, porque este es hombre y ella es mujer...

No es un poema.
Tampoco una carta.
No es una queja social.
Ni una crítica.

Solo quería evocar al machismo como una enfermedad incurable, pandémica, presente en casi todo ser humano, difícil de erradicar y que inclusive sigue causando estragos post mortem. ¡Pero Alfonso!, dirán ustedes, ¿Y los grupos feministas?. Son machistas a su manera. Y es que así como existen mujeres que defienden su género como si no hubiera otros (hay cerca de 25), hay otras que no solo se subyugan a la supuesta superioridad masculina, sino que la transmiten a sus generaciones venideras. Entonces Alfonso, ¿Cuál crees que sería el error aquí?. Que el machismo es relativo, así como el feminismo y el tiempo. Un hombre es machista cuando nace con genitales masculinos, por el simple hecho de ser hombre. Sería anormal no defender su propio género, y aún peor, menospreciarlo. Además, las mujeres tienden a ser más machistas que los hombres en muchos pasajes de la vida. ¿A quién no le ha pasado que una mujer te golpea, y uno no puede defenderse porque ella es "el sexo débil"?. Y es que no solo son ellas las "manoseadas" en los buses, sino también los hombres. O aún peor, y esto roza los estereotipos, ¿Por qué un hombre no puede recibir flores de su novia, sin ser observado de manera "diferente"?, siendo en este caso Diferente = Incómodo. El machismo es tan relativo, que se lo confunde y se lo mezcla con comportamientos ajenos y relacionados simplemente con el nivel de educación y respeto de cada ser humano. Por ejemplo, si un hombre hace algún piropo pasado de tono con una mujer, a mi parecer no está siendo machista, esta siendo un patán. Y su problema no es que la supuesta superioridad masculina se encuentra arraigada en su ser, sino que tal vez no ha pasado de la educación básica, o simplemente su I.Q. es más bajo de, no se... ¿siete?. De igual manera, si es que un hombre menosprecia a una mujer, no esta siendo machista, porque nadie es superior a nadie, solo está siendo un cretino-pedante, que para restregar su "superioridad" sin parecer un cretino-pedante nos mete a todos los hombres en el mismo saco. ¿Lo ven?, todas son interpretaciones erróneas y manías milenarias, como la de generalizar todo sin especificar lo suficiente. El ser humano es único e individual. Por lo que asumir que un género es superior a otro es el equivalente a decir que tú (como persona) eres mejor que otro, pero sin admitir directamente que, eres un ególatra consumado (lo siento). Así que a mi parecer, no prejuzguemos, eduquémonos, respiremos y hablemos con tranquilidad. Y si alguna vez pretendemos asumir que un género es mejor/peor que otro, recordemos que no hay superiores (ni inferiores, ojo), a menos de que seas un alienígena con tecnología infinitamente más avanzada que viene a conquistarnos con naves y rayos láser. En ese caso, ¡Bienvenida sea tu crítica hermano de universo! (por favor ¡no me mates!).

Perdiendo el conocimiento, su amigo y próximo emperador de la tierra (just wait for it). Alfonso Caicedo.

¿Por qué a los españoles no se les habrá ocurrido conquistarnos con flores y chocolates?. ¡Seríamos más dulces!.

viernes, 7 de febrero de 2014

Porque el 14 de Enero no tiene gracia... y el de Febrero, ¡Tampoco!

Hoy, a 7 días del "afamado" día del Amor y la Amistad, amanecí con ganas de criticar a la sociedad hasta la saciedad, así que boniticos, ahí les va un poco de estadística y de pragmática con una pizca de sarcasmo sobre lo que asumo, ustedes ya sabían...

El 14 de febrero nació un día como cualquier otro... un 14 de febrero de un año XXX(1), bueno para ser exactos, empezó a celebrarse desde el año 498 en los territorios que otrora pertenecieron al segundo imperio más conocido a nivel mundial (el Imperio Romano claro, porque obviamente el más conocido es el Imperio Galáctico de Star Wars), y de hecho no nació para celebrar nada, pero NADA, de lo que celebramos hoy en día(2). 

Originalmente el día de San Valentín, se inventó para conmemorar a un santo contemporáneo de dicha época, cuyo nombre era Valentín (duh!!) pero que estadística e históricamente hablando, no existió. O mejor dicho, existió, pero los datos son tan nebulosos, que es más fácil asumir que nació de la misma manera que nuestro Papá Noel actual (¡Gracias Coca Cola!), a seguir investigando sobre él.

Existen oficialmente tres versiones sobre la existencia de dicho personaje, ninguna de las cuales me convence en realidad... pero que las expondré de igual manera porque vivimos en un mundo libre (o eso creemos). 

La primera versión, y la más plausible, apunta a la existencia de un médico romano que se hizo sacerdote y que casaba a los soldados, a pesar de que eso estaba prohibido por el emperador Claudio II, "El Batman" digo, "El Gótico", ya que según él, los solteros sin familia eran mejores soldados porque tenían menos ataduras; lo cual en mi humilde opinión es verdad, ¡¿Pero cómo convences de eso a un soldado enamorado?!. Eeen fin, el emperador ordenó martirizar y decapitar a nuestro querido Valentín un 14 de febrero del año 270.

La segunda versión, un poco más escueta, habla de un obispo de la ciudad de Interamna (hoy la "cosmopolita" urbe de Terni en Italia), donde se encuentran los restos de su cuerpo en la catedral homónima de dicha ciudad, y donde el 14 de febrero es su fiesta patronal, ¡ojo! un detalle, fiesta PATRONAL, nada más.

Y la tercera versión es aún más lejana, se refiere a San Valentín como el obispo Valentín de Recia, contemporáneo de mediados del siglo V, nacido en Italia, pero con fama en Alemania, ya que desde dicha época y hasta ahora, es invocado para curar la epilepsia... ¡La epilepsia!, no el amor.

Entonces, y continuando con mi crítica, el día de San Valentín es solo otra excusa para no divorciarte de tu esposa, o para demostrarle a tu novio que vales la pena para el matrimonio; porque admitámoslo, nadie recuerda la parte de AMISTAD, del día del amor y la AMISTAD, sino que todos se remiten a la palabra, AMOR, y lo peor es que le buscan sinonimos como, "cena romántica", "cine", "chocolates", "tarjetas", "globos" y hasta "motel". Por eso, lo que hago es un llamado a la conciencia moral, a la inteligencia emocional, a los antiguos espíritus del mal, para que recapacitemos y nos demos cuenta de que San Valentín es otro día más en el calendario, y de que cualquier otro día en el calendario, puede ser un San Valentín; así que por favor, no saturen las calles con clichés cursis de colores rojo o rosado; dejen de darse cariño por las redes sociales, que para eso hay moteles; y si van a un motel, ¡Usen condón!.  

Bueh... ya terminando con mi discurso sentimentaloide les arrojo otro datico que tal vez no tenga importancia, pero como dije antes, ¡Somos libres!. El dato es el siguiente: la festividad, como el día de San Valentín propiamente, fue eliminada del calendario eclesiástico (o sea los católicos no deberían celebrarlo) desde el año de 1969, por considerarlo un tanto pagano. Además, universalmente, el día del Amor y la Amistad , no solo se celebra el 14 de febrero. Por ejemplo, en Bolivia se celebra el 21 de septiembre, en Brasil el 12 de junio (y esta relacionado con su propio Santinho, San Antonio de Padua), en Colombia se celebra el tercer sábado de septiembre, en Egipto el 4 de noviembre y en China se celebra el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar (¡Wow!). Así que boniticos, no se lo tomen tan en serio, sólo recuerden mis palabras como la crítica de un hombre soltero y sin amigos, y si les parece que estoy en lo correcto, disfruten este día como cualquier otro, como un viernes normal; y si no creen que estoy en lo correcto, ¡Vayan y festejen su mugre fiesta pagana!.

Atentamente
El grinch del día de Amor y la Amistad. Alfonso Ebenezer Scrooge Caicedo.

(1) Escribí año XXX y no X, porque todo el mundo sabe lo que más se hace en el día de San Valentín... Ver pornografía ¡Claro!

(2) Hoy en día, también se relaciona el día de San Valentín con Cupido, un pequeño ser, alado y dotado de un arco y una flecha; el cual se encargaba de enamorar a las parejas de una manera cursi e inocente. Bueno pues, ¡No se dejen engañar!, Cupido es el dios de la calentura, y se encargaba de henchir la lujuría y el deseo sexual de cuanto ser vivo se cruzaba en su camino. Así que si lo ven, déjense dar el flechazo, pero recuerden mis palabras, dicho ser es el encargado de hacer del día de San Valentín, ¡El día más calenturiento de año!