sábado, 9 de febrero de 2008

Invente joven, invente..

Gabriel Gracía Marquez tenía razón, “En América Latina y el Caribe, los artistas han tenido que inventar muy poco, y tal vez su problema ha sido el contrario: hacer creíble su realidad.” (Fantasía y creación artística en América Latina y el CaribePublicado en Voces. Arte y literatura. San Francisco - California. Marzo de 1998. Número 2.)

Esto se ve reflejado en los textos de Pablo Palacio, sus historias son tan increíbles que lo más seguro es que pasen, tal vez no encontremos hoy en día muchas brujas dispuestas a convertir en árboles a los mozos que acuden a pedir su ayuda, pero solo porque entonces no ganarían nada y hoy en día ni siquiera las brujas viven del aire. Pero lo que si, estoy seguro de encontrar es, a un hombre que se arriesga a sufrir una intoxicación por comer mariscos, con tal de cumplir con sus deberes de esposo. Es más, cuando el diario Extra publicó en sus páginas, una de las historias de Pablo Palacio, a la gente no le extraño el hecho, sino como estaba escrito.

Y al contrario de lo que dijo un amigo antes, espero no le importe que ataque a matar a su idea, yo no creo que sea una “mala imitación de SHERLOCK HOLMES” sino al contrario. Ambos prendieron su pipa, antes de empezar, y luego a inducir. Ninguno tuvo la necesidad de ir a la escena del crimen sino que se valen de los reportes de otros. Lo único que cambia es el narrador, ya que en las historias de Arthur Conan Doyle, es un narrador testigo en primera persona, y en Palacio es un narrador protagonista en primera persona, así tenemos que son el mismo personaje solo que visto desde sí y desde otros, y también en diferentes épocas. Pero el razonamiento es el mismo, se valen de que el mundo actúe de la forma más común y corriente para obrar, y por eso les es tan fácil descubrir los hechos acaecidos y le dan al lector la posibilidad de creer o no en lo que te presentan. Es cierto que en Palacio se genera la sensación de que es producto de su imaginación únicamente mientras que Conan Doyle te da la falsa seguridad de más pistas

Por eso yo creo que el personaje de Palacio es mejor detective, porque no necesita de Doctores Watson, de tantas pistas que apunten a lo que él ya sabe, ni necesita que la gente le crea, o inclusive que nosotros le creamos, es verdad aunque sea solo para él.

Hilvanador: Carlos Barrionuevo

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